En el Día Mundial del Diseño
Aprovechando que hoy se celebra el Día Mundial del Diseño, quiero hacer una pequeña reflexión sobre un tema polémico relacionado con este campo creativo. Me refiero a los concursos de logotipos. Y lo trato hoy, además de porque es el Día del Diseño, por éstos motivos:
- Recientemente me presenté a uno de estos concursos (en el que si bien no gané, quedé finalista con ésta propuesta, y eso me llena de orgullo y satisfacción :p).
- Ésta semana leí un artículo en el que trataban el tema desde una perspectiva muy clara: sólo profesionales del Diseño Gráfico deben poder concursar.
- Es un debate que llevo años viendo (el de los detractores y defensores de que estos certámenes se abran al público en general, y no sólo a profesionales) y me interesa.
Cartel del Día Mundial del Diseño 2018 – «¡Los niños también pueden!»
Ampliando el tema de 2017 «Comenzar Joven», en 2018 continuará enfocándose en las generaciones más jóvenes.
El Día Mundial del Diseño se celebra en todo el mundo el 27 de abril, y es una oportunidad para reconocer el valor del diseño y su capacidad de cambio en el mundo, y para celebrar la fundación del Consejo Internacional de Diseño hace cincuenta y cinco años.
¿Sólo para profesionales?
Bueno, la polémica se centra en si este tipo de convocatorias para la creación de un logotipo* debe ser abierta al público en general o sólo para profesionales del Diseño Gráfico.
No sólo Logotipos
* En dichos concursos no se suele tener en cuenta toda la imagen de marca en su conjunto, que no se ciñe únicamente a un logotipo (pero esto ya queda para otra entrada).
Mi opinión al respecto, a día de hoy (siempre puedo cambiar de opinión, es más, a menudo lo hago), es esta:
LO BUENO:
- Los concursos de logotipos para la Administración Pública son una buena forma de que aquellas diseñadoras y diseñadores que están empezando, puedan:
– En caso de que no ganen, coger práctica y cierta visibilidad (a veces, con suerte).
– Si ganan, conseguirán visibilidad (pues su diseño será utilizado y visto por mucha gente) y también la compensación económica (por su trabajo y esfuerzo que, si están empezando, seguro que será más alto que el de alguien que ya controla más el tema).
- Si se abren a la población en general, al tratarse de una imagen que representa un servicio público, es una manera de que la gente lo vea más cercano y se sienta también parte.
LO MALO:
- Los jurados suelen estar conformados por una mayoría de personas que no son profesionales del Diseño Gráfico*, con lo cual, su punto de vista a la hora de valorar el trabajo, a menudo está falto de cierta perspectiva que se adquiere con la especialización.
* Esto en el caso de que el jurado sea un grupo de personas identificadas (al menos con nombre y profesión). Lo que en mi opinión nunca debería suceder es que se abra la votación a toda la población, quienes pueden votar de forma anónima. Y menos que menos, que no se comunique a todas las personas que están concursando dicha posibilidad (esto me pasó a mí en el concurso que te comentaba antes).
- Se menosprecia el trabajo de las y los profesionales del Diseño Gráfico, al dar la impresión de que cualquiera puede hacerlo*.
* Que sí, que es cierto que cualquiera puede (no es como pilotar un avión, por ejemplo), pero los resultados de que lo haga alguien que ha estudiado y sabe lo que hace o alguien que no, son muy evidentes.
Conclusión
Pienso que en el mundo del Diseño Gráfico, a menudo se peca de cierta endogamia o elitismo que, como en los demás ámbitos de la vida, suele provenir de un sentimiento de inferioridad. Y sí, no es lo mismo operar a corazón abierto que realizar la imagen corporativa de un hospital, por ejemplo.
Pero algo de lo que estoy convencida es de que el Diseño Gráfico puede servir para muchas cosas que no son únicamente vender. Puede ayudar a entender conceptos e ideas a veces farragosos, de una forma mucho más accesible y rápida, gracias a las imágenes. También puede ser una herramienta muy potente a la hora de educar a las nuevas generaciones (y a las no tan nuevas, siempre que tengan sus mentes abiertas) e inculcar ciertos valores. En definitiva, es capaz de provocar emociones que nos ayuden a crear conciencia respecto a diversos temas. Sí, El Diseño Importa.
Así que mi conclusión (actual) respecto a los concursos de logotipos sería: que existan, pero teniendo muy en cuenta que tras la creación de un logotipo por alguien que se dedica al Diseño Gráfico de forma profesional hay una preparación. Lo cual hace que el resultado sea muy diferente al de alguien que lo hace de forma amateur. La elección, ya queda a gusto del consumidor.
¿Qué opinas al respecto?
Si te apetece, coméntamelo aquí abajo y lo debatimos. Estaría encantada 😉
Y ¡Feliz Día Mundial del Diseño Gráfico!
Está claro que hay casos en los que el trabajo de alguien que es diseñador, queda echado por tierra por el trabajo amateur de un jurado no especializado. Es bastante impotente.
En mi opinión, un jurado para decidir algo así tiene que ser un mínimo especializado en el tema, si no, la opinión queda en algo subjetivo ya que no se tiene en cuenta algunos aspectos del diseño, como la versatilidad del mismo.
Acertada reflexión. Solo añadiría una cosa con respecto a los concursos de logotipos: la GRAN ventaja económica que supone para el promotor del concurso la cesión libre de los derechos del ganador(a) en detrimento del ganador(a). Cabe preguntarse ¿cuánto cuesta en el mercado un logotipo? Mucho!
¡Ey, gracias por comentar! eres la primera (esperemos que no la última).
Pues tienes razón en que las condiciones de este tipo de concursos dejan bastante desprotegidas a las personas que presentan sus trabajos… Pero lo dicho, pese a todos sus inconvenientes, tienen algunas ventajas (seguramente más inconvenientes, pero la suerte es que a nadie se le obliga a participar). Y por otro lado, las ventajas de que el trabajo lo realice alguien profesional saltan a la vista. ¿Si compensa abrirlos al público en general? Eso es algo que ya depende de quien organice el concurso.
Un abrazo :*